fiaca
Hoy no he podido pegar un ojo. A la hora de la siesta llamo dios y maria santisima, y encima, para rematar, cuando despues del diluvio empece a arañar el sueñito, el cabeza hueca, va y llama. Claro, no llamas NUNCA, y cuando lo haces, me cazas completamente atontada.
Aclaro que cuando me despierto puedo ser extremadamente dulce o una bruja total, dependiendo de como me traten. Y este zalame tiene la curiosa capacidad de dejarme a medio camino entre esas dos opciones.
ahora quede tildada para toda la tarde.
no estoy segura de si te odio o no...
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