Señales de humo

Buenas... ví luz y entré a ver si estabas... pero tu blog ( como ya le es costumbre) ni me dejó hacer un comentario... no me importa, al cabo que ni quería! Bueno, mirá, vos me hiciste una pregunta que me dejó despierta la mitad de la noche, asi que, como lo justo es justo, ahora te digo lo que opino al respecto.
Yo no creo que caminemos siempre hacia la felicidad que no vamos a poder alcanzar. Creo que la mayoría de la gente no se permite ser feliz, ni disfrutar de aquellas cosas que les dan placer. Sentirse vacío... bueno, no me ha pasado, salvo en una ocasión y no lo definiría como " vacío". Mas bien sentía demasiado la ausencia de mi misma. No sé si se entiende...
Como sea, me tomó casi dos años retomar mi vida, mi proyectos, las cosas que me gusta hacer, después de perder a mi papá. Nunca supe muy bien porqué pase por esa etapa, y todavía no se me terminó! Así que esas preguntas existenciales medio como que me patean la coronilla.
Soy una persona de carácter muy fuerte, y me frustro bastante fácil ( la paciencia nunca fue mi mejor rasgo), y en este tiempo tuve que aprender a ser feliz de otra manera, quizás menos rutilante. En estos años fui perdiendo la inocencia que en otro momento me permitía creer en muchas más cosas de las que creo ahora. Entre ellas, el amor, la amistad, y por supuesto, mis lazos de familia.
En resumen, ser feliz, sentirse lleno y contento, es algo más que una mera conjunción de planetas, suerte o el amor recíproco. Es una decisión diaria, constante y conciente, en la que nuestra persona, o sea, el conjunto de toda nuestras facetas, van teniendo cada una lugar y momento apropiados para expresarse.
Me parece que, más importante que saber que uno "quiere" determinadas cosas, es saberse capaz de amarse , aún cuando no comprendamos del todo las cosas que nos mueven. ( ajá, ademas de las piernas...)
Y otra cosa , de yapa, que suele decir mi mama: "Crecer duele, y la belleza también."