A tu isla te llamaron!

Casi llegamos. Aunque nunca se a dónde. Sam me lleva por el mal camino.. y yo trato de contarle al mundo sobre la vida cósmica de las luciernagas

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viernes, abril 21, 2006

Sobre la vida y su justicia divina



Justicia divina… la primera vez que escuché ese término, fue de boca de mí querido alumno Diego junto a Lucia y Adrián, en ese momento mis alumnos filosofaban barato con sus zapatos de goma en el último año de secundario.
La justicia divina refiere a las eventuales situaciones donde el padecimiento presente de alguien esta directamente correspondido a su accionar del pasado. Algunos herejes refieren que la justicia divina son simples actos personales realizados aparentemente sin sentido y los cuales al tiempo redundan beneficios para uno. Pero personalmente creo en la existencia de los primeros por ser los más comunes.
La justicia de la que hablo no se encuentra acotada por los escritos y leyes redactadas por los leguleyos o políticos de poca capacidad. Tampoco esta enmarcado en los escritos celosamente guardados por la iglesia, quien no ha podido determinar si el estado de satisfacción que inspira la justicia divina posee raíces en algún antiguo evangelio.
Para ejemplificar lo anterior, hace pocos días se conoció el caso del taxista que golpea salvajemente a su pasajero, quien el día anterior lo había robado, acaso tomar el mismo taxi que robo el día anterior no es un claro caso del acto divino de la justicia no dirigida por los hombres.
Como explicar el caso de un jefe de sección, que reduciendo sus costos de seguridad en planta, pierde el sentido cuando un pesado cajón se precipita en su cabeza, frágilmente cubierta por un casco Made in Senegal. O el más reciente de sus actos cuando un gran amigo sufrió los embates del destino. Andy se fue a España en 1999 a buscar su futuro, pero en mas 5 anos no escribió no llamo ni dio señales de vida, hasta que un día decidió venir de visita sorpresa… sorpresa para el cuando encuentra que dos de sus amigas mas queridas se fueron a trabajar a 1000 kilómetros unos pocos días antes de su llegada, ¿Acaso podemos decir que la Justicia Divina castigo su accionar?, yo digo que si.
Algunas personas atribuyen estos designios naturales a la mala onda o simplemente a la casualidad, pero con poco esfuerzo podríamos citar casos más oscuros, incluso donde el castigo elegido por el destino fue evitar su descendencia. O simplemente casos más simples donde la elección del castigo fue tener que pagar con la misma moneda. Quien no conoce algún amigo o amiga que en su vida juvenil coqueteo con la seducción de sus formas y 'jugo' con las reglas de la superficialidad y hoy, ya un poco mas grandes, sufren el rechazo social de batallones de idiotas por ser gordo, negra, judío, petisa, etc. Para concluir los casos se multiplican cada vez ante el débil accionar los procesos judiciales regidos por los hombres, la presencia de la justicia divina reconforta en cierta medida nuestras vidas, sabemos que un violador de menores capturado es seguro que va a la cárcel, pero la verdadera satisfacción es cuando sabemos que los demás internos se harán un festín con el.

Como explicar el caso de un jefe de sección, que reduciendo sus costos de seguridad en planta, pierde el sentido cuando un pesado cajón se precipita en su cabeza, frágilmente cubierta por un casco Made in Senegal.
O el más reciente de sus actos cuando un gran amigo sufrió los embates del destino. Andy se fue a España en 1999 a buscar su futuro, pero en mas 5 anos no escribió no llamo ni dio señales de vida, hasta que un día decidió venir de visita sorpresa… sorpresa para el cuando encuentra que dos de sus amigas mas queridas se fueron a trabajar a 1000 kilómetros unos pocos días antes de su llegada, ¿Acaso podemos decir que la Justicia Divina castigo su accionar?, yo digo que si.
Algunas personas atribuyen estos designios naturales a la mala onda o simplemente a la casualidad, pero con poco esfuerzo podríamos citar casos más oscuros, incluso donde el castigo elegido por el destino fue evitar su descendencia. O simplemente casos más simples donde la elección del castigo fue tener que pagar con la misma moneda. Quien no conoce algún amigo o amiga que en su vida juvenil coqueteo con la seducción de sus formas y 'jugo' con las reglas de la superficialidad y hoy, ya un poco mas grandes, sufren el rechazo social de batallones de idiotas por ser gordo, negra, judío, petisa, etc.
Para concluir los casos se multiplican cada vez ante el débil accionar los procesos judiciales regidos por los hombres, la presencia de la justicia divina reconforta en cierta medida nuestras vidas, sabemos que un violador de menores capturado es seguro que va a la cárcel, pero la verdadera satisfacción es cuando sabemos que los demás internos se harán un festín con el.
En definitiva mi viejo decía “Siéntate en la puerta de tu casa y veras pasar el cadáver de tu enemigo”... y hoy parece mas cierta que nunca.

Por Pablo Trinchinetti, gran amigo y desde ahora, colaborador del blog.